Pawboss - Tiempo para perder
La artesanía electrónica no deja de ser una forma de ir un poco más allá de lo que puede ofrecernos una aplicación. En este caso, Pawboss nos presenta un tema complejo que narra, a través de cambios e instrumentos de distinta índole, un proceso mental. Aquí el tema para que le vayáis poniendo y después el detalle de la composición.
Vamos por partes
La melodía principal apareció por sorpresa, entre prisas y carreras, con un sintetizador de FruityLoops en modo experimental, con una buena pila de reverbs con vida propia. Luego vino todo lo demás, el tema lo fue pidiendo poco a poco.
Nada como la presión para potenciar la creatividad.
El principio es una declaración de intenciones, ya que constituye la columna vertebral del tema. Cuenta con una melodía y unos acordes que le aportan la armonía muy típica en mis temas, una palada de tristeza y otra de esperanza (dos vueltas).
Como amante del Wall of Sound, me encanta superponer capas y capas, pero siempre cuidando que todo tenga su espacio y que cada instrumento pueda distinguirse.
El bajo, en este caso es otro sintetizador (algo poco habitual en mí), y la base rítmica es un tormento lento: se arrastra con golpes espaciados y ecos que anuncian un nuevo bucle.
Producido entre Fruity y Logic con la más pura artesanía de la producción extrema. Sintetizadores y guitarras se entrelazan para dar forma a un momento épico, irrepetible y esencial. Solo se necesita una cosa: tiempo. Tiempo para escucharlo, tiempo para perder.
El bajo refuerza los bombos, como un tren imparable, dando cuerpo a toda la zona grave del tema. Finalmente encontramos un par de guitarras que entran y salen, alejándose de la melodía principal sin llegar a abandonarla del todo. Un punteo sencillo y pesado ahonda aún más en la tristeza del tema.
La latencia y la duración remiten claramente a las influencias de Mogwai, aunque hay muchas otras referencias al post-rock en juego.
El resultado final es un tema apocalíptico, épico y catastrófico, digno de una escena de destrucción a cámara lenta.
La portada
En cuanto a la portada, Tom Esmiz captó el mensaje a la primera y creó esta imagen dramática, inspirada en la destrucción a cámara lenta de un helicóptero militar interceptado.