Cuando escuché este tema por primera vez me encantó, no solo porque es uno de los mejores de Los Esmiz, sino también porque está grabado en un entorno que es muy familiar para mi y transmite mucho más de lo que inicialmente parece.
Para mi la marea es un proceso, un segmento de tiempo que transcurre desde que se produce una pérdida personal «la mañana de tormenta», hasta que se acepta esa pérdida, sabiendo en todo momento lo que se tiene que pasar, algo que llega, algo que no se puede parar y que irremediablemente hay que aceptar «esperando que llegue… la marea»
Si bien en la versión original estos conceptos están más «escondidos», pero en la última versión, con el manto del bajo y con un acertadísimo saxo, el tema cambia completamente. Tal y como me comentó alguien en el último concierto, se ha convertido en una versión más «esperanzadora» sin perder la oscuridad que tiene de fondo.
Por lo general no somos conscientes de que mucho de lo que nos rodea lo tenemos de prestado y la marea nos recuerda que no es nuestro, y que el tiempo deja todo en su sitio «esperando que el mar recupere lo que es suyo»
Esta versión, junto con otras 4 joyas, se encuentra en el EP de Los Esmiz «La isla del ciervo». Aquí podéis escucharla.