Amanecemos hoy en el sello Contubernio.es atónitos ante la noticia de la muerte de José María Ruiz-Mateos. A pesar de estar organizando un disco de varios artistas, inspirado en el grupo empresarial del cual él era fundador e ideólogo, casi mesías, Rumasa (y Nueva Rumasa), nosotros, en nuestra burbuja veraniega no éramos conscientes de su delicado estado de salud.
Desde Contubernio somos profundamente creyentes en energías invisibles y sutiles que concadenan acontecimientos; y habíamos pensado que Septiembre era el mes propicio para empezar a sacar canciones del disco. No se nos ocurre día mejor que éste.
Elegimos homenajear a Rumasa, en principio como un ejercicio estético. Todos los días se hacen discos de homenaje a grupos de música, artistas o escenas culturales de una época o lugar; nos pareció interesante usar de eje central un concepto más alejado de lo meramente artístico como es un grupo empresarial. Cuanto más avanzábamos en el proyecto (que ha pasado por fases de actividad y criogenización desde que lo concebimos hace unos 4 años) más acertada nos parecía la elección. Hace poco Manuel Astur, escritor que participa en el proyecto decía: “Claro, Rumasa es una versión subatómica de España” .
En cierta manera es así la figura de Ruiz-Mateos, para algunos mártir, para otros villano, representa muchas facetas de una España siempre dividida en 2, 3 o mil opiniones, como bien rezaba Vainica Doble “dos españoles, tres opiniones”. Pionero de un capitalismo que hoy nos estalla en la cara, o último bastión de empresarios que construían casas de vacaciones para sus trabajadores. Para algunos loco cósmico, para otros padre mesiánico. Excéntrico incansable, protagonista de largas páginas de la historia de nuestro país, complots, conspiranoias, imaginería, folclore, esperpento… La lista de lo que Rumasa proyecta sobre las personas es infinita y así nos lo han demostrado los artistas con los que hemos contactado. Ellos, sin saber lo que hacían el resto, siempre nos mandaban una visión diferente, algunas satíricas, otras espirituales, otras más abstractas solo centradas en lo colorido de alguna de sus marcas (Dhul, Royne, Cacaolat, etc).
Esperamos no turbar el duelo de su familia, creemos profundamente en que ahora José María Ruiz-Mateos sabe mucho más sobre el sentido de la vida y la muerte que cualquiera de nosotros, pobres mortales, y consideramos un bonito acompañamiento melódico a su tránsito de existencias dar el pistoletazo de salida a este humilde homenaje a su obra cumbre en vida.
Sacaremos cada lunes en su honor un par de canciones.
Empezamos por «Flanes de Huevo Dhul» de Peninsular y «La abeja laboriosa de Rumasa» de Los Bestia Boys.
Peninsular es una extensión de amor que está rodeada de sonidos por todas partes excepto por un istmo que le une al continente. Formada de costa a costado por Ricardo Nistal y Elena Martín.
Los Bestia Boys es un grupo nacido en 2015 durante una comida familiar con la intención de dar rienda suelta al ansia de tres cuñados.